La centrífugas de laboratorio son aparatos de extrema utilidad para muchos tipos de ensayos clínicos y de investigación.
Los diferentes tipos de centrífuga se ajustan a los diferentes tipos de centrifugación: la centrifugación preparativa, cuyo objetivo es aislar partículas específicas, y la centrifugación analítica, con la que se pueden estimar propiedades físicas como la velocidad de sedimentación o el peso molecular.
El tipo de procedimiento clínico y el tamaño del laboratorio son dos de los factores más importante a la hora de elegir un centrífuga. Algunas centrífugas pueden usarse en una gran variedad de aplicaciones, mientras que otras sólo sirven para propósitos muy concretos.
Aunque existen muchos modelos y tipos de centrífuga, su funcionamiento es siempre el mismo: todas las centrífugas rotan las muestras alrededor de un ángulo fijo y separan los fluidos de las sustancias sólidas aplicando el principio de sedimentación.
Tipos de centrífuga
En los laboratorios se distiguen básicamente tres tipos de centrífuga: las de gran tamaño, las centrífugas de sobremesa y las minicentrífugas. Las centrífugas de gran tamaño y las centrífugas de sobremesa son las que se conocen propiamente como «centrífugas», mientras que la centrífugas más pequeñas se conocen como minicentrífugas o microcentrífugas. Estas minicentrífugas utilizan tubos de plástico (o «microtubos) capaces de trabajar con mínimas cantidades de líquidos de muestra.
La centrífugas de sobremesa son normalmente más sencillas de manejar y proporcionan soluciones de centrifugación más versátiles. Aunque originalmente fueron diseñadas para ser utilizadas en laboratorios con limitaciones de espacio, actualmente se utilizan en todo tipo de laboratorios.
La centrífugas más grandes suelen ser del tamaño de una lavadora y pueden ser de dos tipos: centrífugas de alta velocidad y ultracentrífugas, que a su vez se distinguen en analíticas y preparativas.
- Centrífugas de sobremesa
También conocidas como centrífugas clínicas, médicas o de baja velocidad, son de tamaño reducido y no cuentan con refrigeración. Alcanzan velocidades máximas de 4000-5000 rpm. Se utilizan para la separación de partículas grandes, como células, en operaciones como concentración de suspensiones celulares, separación de suero o plasma, etc. El tubo tipo es de 16×100 mm o 15 mL de capacidad, con fondo curvo o cónico.
- Minicentrífugas
Son una variación de las anteriores y pueden lograr velocidades de giro de 10000 rpm o más. Se usan en el campo de la biología molecular. Utilizan microtubos (también conocidos como tubos Eppendorf) de 0,2 mL, 0,5 mL o 1,5 mL.
- Centrífugas de alta velocidad
Alcanzan velocidades de entre 18.000 y 25.000 rpm. Normalmente cuentan con sistemas de vacío para evitar el calentamiento del rotor a causa del rozamiento con el aire. Este mismo sistema permite que puedan controlar de una forma más exacta la temperatura que aquellas que no hacen vacío. Son útiles en la separación de fracciones celulares, pero insuficientes para la separación de ribosomas, virus o macromoléculas en general. Normalmente cuentan con sistemas de refrigeración como condensadores y compresores, lo que permite mantener las muestras por debajo de la temperatura ambiente.
- Ultracentrífugas
Superan las 50.000 rpm, por lo que tienen sistemas auxiliares para refrigerar no sólo la cámara del rotor donde están las muestras sino también el motor. Pueden alcanzar un alto nivel de vacío y generar 600000 g, lo cual es ya suficiente para separar proteínas pequeñas. Se dividen entre las ultracentrífugas analíticas y las ultracentrífugas preparativas.
La diferencia más importante entre ellas es que las analíticas cuentan con un sistema óptico que visualiza la sedimentación de la muestra en tiempo real, lo que a su vez permite la obtención de datos precisos de propiedades de sedimentación (coeficientes de sedimentación, pesos moleculares), mientras que el objetivo de las preparativas es meramente la purificación de las muestras para su uso posterior, al aislar las partículas con bajo coeficiente de sedimentación, como virus y macromoléculas.
Me ha venido genial y me ha aclarado mucho las dudas que tenía, muchas gracias.
Disculpen necesito hacer una consulta,tengo una centrifuga que solo tiene un boton de funcionamiento donde indica el tiempo de centrifugado al tiempo que indica las revoluciones,como debo usarla para extraer PRP si no debo excederme de 8 minutos y 1.800rpm?
Hola, si la centrífuga no incluye un temporizador puede usar un temporizador con alarma externo y apagarla manualmente, o añadirle a la toma de corriente un programador eléctrico para que el apagado sea automático. Este tipo de equipos los puede encontrar en cualquier ferretería por unos 10€. Un saludo
Buenos días, deseo consultar si es posible de centrifugar el aire para extraer el contenido de agua y
adonde se puede comprar tal artefacto.
Gracias de antemano
Centrifugar el aire para extraer el agua no tiene sentido. Dependiendo de la cantidad, necesitará recurrir a diferentes técnicas y puede ser un problema de ingeniería importante.
Si un volumen de aire se enfría lo suficiente perderá la mayor parte del agua por condensación, seguidamente necesitará pasarlo por un material que pueda absorber el resto de agua. Todo esto debe hacerse en circuito cerrado porque si entra en contacto con cualquier sustancia que contenga agua la absorberá, incluido el aire ambiente.
Para pequeñas cantidades (laboratorio) puede ser suficiente pasar una corriente de aire por una o más sustancias fuertemente higroscópicas (desecantes) en circuito cerrado, como fase previa al uso que debamos darle.